Motines, encamisadas, cenáculos, cultura, bailes, disidencia, religiosidad, activismo social, abordajes y pensamientos corsarios desde la otra orilla del Guadalquivir, un islote de rebeldía y libertad.

jueves, 20 de septiembre de 2012

PONTE FINO




Convendría establecer una diferencia de base según el grupo étnico social o geopolítico a que se dirija cualquier recomendación con respecto al consumo de vino. Parecería conveniente diferenciar las sociedades que tienen una cultura europea mediterránea, es decir, aquellas en que por tradición se ha consumido vino siempre en compañía de los alimentos, en donde tomar vino es una ancestral costumbre y que se inserta siempre en un contexto de moderación, de cultura, y de buen saber vivir. En las naciones mediterráneas la inmensa mayoría de la población que consume vino lo hace dentro de un contexto cultural que muchas veces nada tiene que ver con el alcoholismo.  Otro caso muy distinto lo constituirían las sociedades del resto del mundo, África, buena parte de Asia, etc. en donde no ha existido nunca una cultura vinícola de tipo mediterráneo. En estos casos si que puede ser recomendable una mayor prudencia en cuanto a la recomendación de su correcto consumo. El vino, consumido con moderación, es tolerado perfectamente por el organismo e incluso beneficioso.

Después de 1990 numerosos estudios han indicado que las personas que consumen cantidades moderadas de vino presentan una incidencia de enfermedades cardiovasculares inferiores. Generalmente los resultados sugieren que un consumo moderado de vino está asociado con una disminución de un 30 a un 40 %, en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.

http://www.montilla-moriles.org/Home.aspx