Una de las razones de ser de este libro es: empujar a las voluntades dormidas, dar un grito en la noche oscura. Lanzar al viento la idea de que aunque seamos frágiles peones de este ajedrez que conforma la política internacional, nos aferramos a muestras ¡deas y hacemos de ellas la trinchera necesaria para resistir, para luchar, para vivir y para morir. Pero para morir cantando, que el mensaje debe perpetuarse.(Extraído del prólogo)