Motines, encamisadas, cenáculos, cultura, bailes, disidencia, religiosidad, activismo social, abordajes y pensamientos corsarios desde la otra orilla del Guadalquivir, un islote de rebeldía y libertad.

martes, 26 de febrero de 2013

Godofredo de Bouillon



El gran triunfador de la Primera Cruzada, guerrero extraordinario, conquistó la Ciudad Santa de las manos de los infieles y estableció el Reino Latino de Jerusalén, del cual fue el primer Soberano, convirtiéndose en el cruzado por excelencia
Algunos grandes hombres dejan detrás de si una leyenda que los rodea con una luz especial, convirtiendo en arquetipo sus hechos y sus glorias. Uno de ellos fue Godofredo de Bouillon, el conquistador y fundador del Reino Latino de Jerusalén. “La leyenda se apoderó de este poderoso y tierno señor del país valón para tornarlo el arquetipo del cruzado”.
Luego de su muerte, pasó a ser el héroe de las canciones de gesta, como lo habían sido antes Carlomagno y Rolando.
Hijo de Eustaquio, conde de Boulogne, y de Ida, hija de Godofredo el Barbudo, duque de la Baja Lorena y de Bouillon, Godofredo pertenecía a una antigua familia que alegaba tener a Carlomagno entre sus ancestros.
Era “generalmente estimado, recto, valeroso, manso, casto, devoto, humano, y de hermoso aspecto y elevada estatura, cabellos rubios”, y “se lo retrata como el perfecto tipo del caballero cristiano. Alto de estatura, con un porte agradable y con una manera tan cortés, ‘que parecía un monje mas que un guerrero’”. Era “considerado tan buen guerrero como fervoroso cristiano”. Su fuerza era proverbial. Narran las crónicas que, con un solo golpe de espada, partió a un guerrero árabe de arriba abajo, en dos partes iguales.
Citas extraídas de las crónicas de la época.