Bandera Nacional humillada por el CNP
Una vez
reunidos los 30 miembros y simpatizantes de Nueva Época Logroño sin
control policial, porque no somos delincuentes para tenerlo, procedimos a
acudir a la manifestación divididos en dos grupos de manera ordenada y
pacífica. Parecía que todo estaría bajo la normalidad, hasta que en el
casco viejo, a la altura de la céntrica Plaza del Mercado, tres furgones
y varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la
retención de dos decenas de miembros y simpatizantes de la asociación, y
a su posterior identificación y cacheo por si portaban algún tipo de
objeto comprometedor.
Denigrante,
esa es la palabra. Sin haber cometido ningún tipo de delito ni
incidente, el Cuerpo Nacional de Policía nos retuvo como si de
delincuentes se tratara, con una presencia excesiva de efectivos
uniformados y de paisano, por el simple hecho del odio de los
convocantes hacia la bandera del país por el que salimos a la calle a
luchar por una educación pública digna y de calidad. Aquellos que dicen
tener la tolerancia y democracia por bandera, los portadores de la
libertad y los precursores de los derechos humanos, esos son los que
intentan reprimir a un grupo de estudiantes patriotas que secundaron la
Huelga del 27M y que no son del agrado de los convocantes. Eso sí, no
iban a ser ellos quienes nos "combatieran" dado su ya famosa carencia de
honor y valor en la ciudad de Logroño, sino el Cuerpo Nacional de
Policía con el que tienen una estrecha relación bipolar. Ese cuerpo al
que lo mismo un día insultan, agreden y ridiculizan (como hemos podido
comprobar en otras manifestaciones), o si les conviene se amparan y
esconden tras ellos para combatirnos de manera rastrera, cobarde
y antidemocrática. Esa es la izquierda de este país, odiosa,
intolerante, dictatorial y repulsiva, escondiendo su
obsoleta política en centenares de asociaciones, colectivos,
sindicatos, partidos, etcétera. Pero tampoco desviemos la atención, es
la derecha reaccionaria la que campa a sus anchas recortando los
derechos que un día nos dieron y hoy nos quitan.
Crónica completa en: Nueva Época Logroño