Al paso de los coches [en los que viajaban la etarra Inés del Río y sus acompañantes], tres personas situadas tras una bandera de España, la increparon y llamaron "asesina" y gritaron "ni olvido ni perdono".
Dos de ellos habían llegado sobre las 14.30 horas y desplegado una
bandera de España con el escudo tachado. Minutos después se unió un
espontáneo que llegó solo al entorno del penal llamando "hija de puta" a
la etarra recién liberada.
Los tres llegaron a Teixeiro "a título individual" y se mantuvieron impasibles bajo la intensa lluvia que caía en la localidad coruñesa. Ignacio Menéndez actuó como portavoz y explicó que es un militar retirado hijo, a su vez de otro militar y que decidió acudir a las puertas de la prisión para "protesta por la política de claudicación de este régimen de Juan Carlos de Borbón".
Llevaron la bandera con el escudo tachado porque "la bandera es la nuestra", pero "el escudo representa al actual estado de la monarquía parlamentaria" que "ha claudicado" y permitido la "vergüenza" de que salgan de prisión personas que "nos sometieron a décadas de persecución".
En su caso, no es víctima directa de ETA, pero sí ha "vivido muy de cerca" varios de los atentados por los que fue condenada Inés del Río. Tras su liberación, aseguró que "a partir de ahora, es el pueblo, es la nación, fuera de todo componente político, el que va a empezar a luchar contra esta gentuza y a tomarnos la justicia por nuestra mano. Si los tribunales no sirven para nada, nosotros sembraremos justicia".
Extraído de: El Mundo